Algunos principios atemporales de buena gestión empresarial

Los momentos actuales de poco o nulo crecimiento, con un aumento de la competencia empresarial debida a un proceso de liberalización y globalización cada vez de una mayor intensidad, muchos gestores de empresas van a la búsqueda de soluciones que permitan ser o seguir siendo competitivas para las empresas que dirigen.

¿Existen esas fantásticas fórmulas que aseguren el éxito? Por supuesto que lo aseguren no, aunque determinadas actuaciones llevadas a cabo en el arte de la dirección de empresas consiguen llevar a mejores resultados.

En este campo de buenas prácticas de management empresarial, me gustaría en este post referirme a dos artículos publicados en la revista Harvard Business Review con una diferencia de diez años, que nos dan unas conclusiones muy claras sobre qué debemos hacer para ser mejores que nuestra competencia, ideas con las que desde Apunte estamos totalmente de acuerdo y que, desde luego, tratamos de poner en marcha en los proyectos de consultoría empresarial que disfrutamos con nuestros clientes.

En Julio de 2003, Nohria, Joyce y Roberson publicaron un artículo, así como un libro con el mismo título, llamado “Lo que realmente funciona” (What really works, HBR July 2003), en el que los autores, tras haber analizado las prácticas de gestión 160 empresas durante diez años, concluyen en cuáles son las prácticas necesarias para ser más competitivo, con independencia de sector económico y modas de gestión.

Por parte de estos autores se establece lo que denominan fórmula 4 + 2: cuatro prácticas principales que deben ser seguida por la empresa que aspire a ser mejor, más dos prácticas secundarias, a elegir entre cuatro posibles.

¿Y cuáles son esas prácticas? Las cuatro principales que indefectiblemente hay que llevar a la práctica en la dirección de nuestra empresa son, de acuerdo con estos autores:

  1. ESTRATEGIA: Claramente definida, perfectamente comunicada y bien entendida por los empleados, socios y accionistas
  2. EJECUCIÓN: Desarrollar una ejecución operacional impecable, que nunca decepcione a los clientes.
  3. CULTURA: Que implique un desempeño de alto nivel y un comportamiento ético. Nos señalan los autores que un 90% de las empresas ganadoras vincularon las remuneraciones al desempeño, mientras que sólo un 15% de las perdedoras lo hicieron.
  4. ESTRUCTURA: Construir y mantener una organización rápida, flexible y horizontal, con pocos niveles, que permita compartir el conocimiento sin tropiezos.

Además de seguir estas prácticas, nos señalan cuatro más, denominadas secundarias, de las cuales nos podemos permitir seguir dos para completar la fórmula 4 + 2:

  1. TALENTO: Conservar a los empleados talentosos y busque más.
  2. INNOVACIÓN: Hacer innovaciones que transformen el sector, y no se refieren solamente a los productos y servicios ofertados, sino también a la gestión.
  3. LIDERAZGO: Tener líderes que estén comprometidos con el negocio y su gente. Según señalan los autores, el CEO de una compañía influye en un 15% de la varianza total a los accionistas.
  4. FUSIONES Y ADQUISICIONES: Búsqueda del crecimiento mediante fusiones y asociaciones. Nos indican en su artículo que las empresas que hacen compras relativamente pequeñas (inferiores al 20% del tamaño del comprador) de forma regular (dos o tres anuales) tiene más posibilidades de éxito que quienes realizan compras esporádicas de mayor envergadura.

El éxito de estas prácticas, que son puro sentido común, está en la constancia en llevarlas a cabo, que es una ardua tarea. Como se señala por los autores, caer es fácil, volver a subir no lo es.

Cerca de diez años después, Michael Raynor y Mumtaz Ahmed publicaron el artículo “Three rules for making a company truly great” (HBR, April 2013) en el que nos daban cuales eran sus reglas para ser mejores, tras un analizar una base de datos enorme, de más de 25.000 empresas y con un periodo temporal que arrancaba en 1966 y hasta 2010. Para Raynor y Ahmed, las tres reglas de oro son:

  1. Compite por DIFERENCIACIÓN: “Better before cheaper”
  2. Prioriza INCREMENTAR INGRESOS sobre reducir gastos: “Revenue before cost”
  3. No hay más reglas.

Sobre la aplicación en el mundo de la empresa de estas tres reglas, comparto con vosotros este magnífico post de mi amigo Miguel Ángel Robles, autor de la obra “I love MyPyme” y posiblemente el mayor impulsor de la divulgación empresarial para el mundo de las Pymes en España:

http://ilovemypyme.com/que-objetivo-tiene-tu-pyme-para-2014/

Seguir las enseñanzas que fruto de sus investigaciones nos proponen estos dos grupos de investigadores nos garantizan tener un comportamiento superior al de nuestros competidores, como desde Apunte tratamos de obtener para nuestros clientes en nuestra labor de consultoría de puesta en marcha de estas buenas prácticas, junto con el esfuerzo y constancia que supone para las empresas tomar las decisiones que no nos desvíen de estas reglas de éxito empresarial.

 

Agradecemos sus comentarios en blog@apunteasesores.es

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