Dirección de la empresa desde la explotación de los datos

La información al alcance de cualquier empresa actualmente es abundante y copiosa. Hablamos de megabytes, gigabytes, terabytes, incluso de petabytes, exabytes, zettabyte, yottabytes para culminar (hasta ahora) en brontobytes, como unidades de medida de la cantidad de datos que tenemos generada o no muy lejos de alcanzarla. Pero, ¿cómo impacta la cantidad y calidad de información disponible en la gestión de las empresas?. Es más, ¿cómo puedo recopilar y gestionar de forma productiva la información-interna y externa- que me ayudará a mejorar la competitividad de mi empresa?.

A pocos responsables empresariales les es ajena la palabra Big Data como símbolo de la adecuada gestión de la información en la empresa. Ejemplos hay muchísimos y conocidos: estudios en campos del gran consumo de cómo influyen determinados fenómenos atmosféricos en los procesos de compra, utilidad en el campo de la salud, en el deporte, el marketing dirigido a partir de nuestras interacciones en las redes sociales, en finanzas, internet de las cosas, …, en fin, en cualquier actividad que realizamos generados enormes cantidades de datos. El adecuado tratamiento de estos Big Data nos permite “describir un fenómeno que no es aparente a simple vista” (Zamora, J.).

Nuestros negocios están influidos de una manera muy clara por este ecosistema de datos y sistemas de interpretación de los mismos. Tal vez todavía no directamente pero sí a través de competidores cuya dirección empresarial está iluminada por la explotación de la información. De acuerdo con información de la consultora McKinsey, una empresa de mil trabajadores genera anualmente un volumen de datos de 235 Terabytes y sí, muchas están explotando ese dato para vender sus productos y ganar ventaja competitiva, creando nuevos modelos de negocio.

¿Cuáles son las características de esas empresas con foco en el dato?: “Reconocen el valor de la información como activo crítico, trazan un hoja de ruta para mejorar sus capacidades de uso de la información, tienen agenda estratégica, gestionan el talento analítico de expertos en la gestión de la información y desarrollan una cultura de empresa orientada a los datos” (Rodriguez, J.R).

Ha sido habitual en el mundo de la Pyme la dificultad de la medición de los objetivos relevantes, los que indican cómo se está comportando la empresa de acuerdo con el plan trazado con su estrategia a largo plazo, por no tener acceso a herramientas informáticas adecuadas a sus capacidades financieras y técnicas. Pero actualmente tres elementos están impulsando que la adopción del análisis del dato sea exponencial: abaratamiento costes en herramientas software, cultura digital de la sociedad y la gran cantidad de datos que se está generando, y que por tanto se pueden explotar comercialmente.

Y este desafío de gestión con el apoyo de datos de nivel y a tiempo se puede afrontar por cualquier tipo de organización. No es tanto un problema de coste, pues son inversiones totalmente asumibles para cualquier tipo de empresa, como de cambio de dirección y liderazgo en la organización: es el paso a organizaciones donde la objetividad en la toma de decisiones va a ser mucho más relevante de lo que está siendo en estos momentos gracias a la fácil explotación de los datos.

Nuestra experiencia en Apunte de implantación de herramientas de Inteligencia de Negocio (BI) en empresas de diversos tamaños y sectores nos enseñan que las empresas tienen mucha información esperando a ser explotada la cual, gracias a esas herramientas de BI, es plena y fácilmente analizable. Debe ser una objetivo estratégico en este año que empieza la explotación del dato para mejorar en la toma de decisiones y, como consecuencia, mejorar en la posición competitiva de la empresa en sus negocios.

Feliz año.

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