Interim Management

En los momentos actuales de ajuste de costes de las compañías, la figura de un Interim Manager se presenta como una alternativa muy necesaria para llevar a cabo proyectos excepcionales, con una duración determinada en las compañías.

El Interim Manager (IM) está plenamente asentada en los mercados anglosajones, donde es una figura habitual en ciertas empresas. La definición del IM es la de un directivo altamente cualificado que interviene en el desarrollo de un proceso en una empresa, por un tiempo determinado, desde cuatro meses hasta dos años, en función lógicamente de la magnitud de las tareas a acometer.

Su cometido es habitual en la puesta en marcha de procesos de reorganización, de lanzamiento de nuevos proyectos, en sustituciones de largas ausencias de algún directivo, en procesos de compra de empresas donde los nuevos accionistas desean tener una mayor información y control sobre su nueva sociedad, en procesos de relevo generacional, en reflotamiento de empresas,… todos ellos procesos que necesitan de expertos directivos para acometerlos.

Lo que consiguen las empresas que contratan sus servicios es ahorro de costes al tener por un tiempo limitado a un directivo senior con mucha experiencia en la gestión de empresas, que les va a ayudar a afrontar esos nuevos proyectos necesarios para el desarrollo de su negocio, y donde su cometido además no está condicionado por el pasado de la empresa, con lo que se encuentran con un directivo que va a tomar decisiones buscando la mejor solución, sin lastres que condicionen su actuación. Con la figura del IM además no se desvían recursos de una parte a otra de la empresa y su temporalidad facilita también que no sea visto como una amenaza para los directivos actuales de las compañías con los que, al fin y al cabo, va a colaborar para mejorar sus organizaciones.

La contratación de estos servicios es una alternativa necesaria para afrontar periodos de ajuste, donde se va a disponer de un directivo que, no sólo dice lo que hay que hacer, sino que también está al pie del cañon, poniendo en marcha las iniciativas necesarias para mejorar en nuestras organizaciones.

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