La empresa familiar (I)

Las empresas familiares suponen el 70% del PIB nacional, más de un 85% de empresas son familiares y cerca del 60% de nuestras exportaciones salen de dichas empresas. Desde luego, estamos ante unas organizaciones capitales en nuestro progreso futuro.

Recientemente ha sido publicado por el profesor Randel Carlock, de la INSEAD Business School, un muy interesante trabajo titulado: “Cuando los negocios familiares son los mejores”, en el que nos repaso cuáles son los aspectos que se revelan como más favorables en una empresa familiar frente a empresas con el capital controlado por inversores, bolsa, etc., y cuáles son aspectos a mejorar, de acuerdo con su investigación.
Las empresas familiares son vistas en ocasiones como disfuncionales, propensas al nepotismo y al conflicto. Pero tal y como nos indica el profesor Carlock, investigaciones recientes nos indican que estas empresas son mejores que las empresas no familiares (en términos anglosajones, las public companys) en cuanto al valor de sus acciones y la rentabilidad sobre fondos propios. Como grandes fortalezas de las familiares están su visión a largo plazo, valores perdurables y propietarios comprometidos con el negocio. En cambio, la idea de tener una planificación para la familia es poco abordada en muchas de estas empresas; en muchas ocasiones se rehúye, como por miedo a conflictos que puedan surgir.
De acuerdo con la investigación realizada por Carlock, la falta de esa estrategia, de esa planificación, es una seria amenaza para mantener el compromiso familiar por el negocio, que al fin y al cabo es una de sus fortalezas.
En muchas ocasiones, el compromiso del fundador va disminuyendo en las generaciones posteriores, con los que las mismas tienen que organizar como hacer frente a varios desafíos: quién o quiénes van a liderar el negocio, como repartir la propiedad entre los miembros de la familia y qué derechos y responsabilidades tiene cada cual. Si estos aspectos no se planifican adecuadamente van a ser fuentes de conflictos en el futuro. Pero por otra parte, si existen acuerdos y procedimientos claros, huyendo de personalismos y poder, éstos se convierten en fortalezas del negocio.
Nos muestra Carlock que para resolver los conflictos entre las expectativas familiares y las necesidades del negocio, se debe planificar en torno a cinco temas: Control, Carreras, Cultura, Capital y Conectividad.

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