La empresa familiar (III)

Tener una estrategia definida es clave en cualquier organización empresarial. La definición de la misma nos permite identificar oportunidades, consensuar objetivos, invertir recursos, coordinar las acciones a realizar en la compañía y para asignar responsabilidades.

Una estrategia familiar es crítica en empresas donde conviven varias generaciones de la familia, aunque no es habitual en muchas y exitosas empresas familiares, donde la primera generación no ha necesitado de estructuras formales para llevar adelante su proyecto, la segunda generación hereda esa forma de actuar pero en cuanto la base familiar se ensancha hay que trabajar esa estrategia familiar, donde no solamente hay temas que poner sobre la mesa puramente negocio sino que también se encuentran temas emocionales, con lazos personales con son para siempre.

Cuando se encuentran las terceras y más generaciones hay que tener estructuras que aseguren la objetividad en la elección de los mejores miembros, pues la competencia se abre para más miembros de la familia. Esta claridad en el establecimiento de los procedimientos de selección, además, trata de salvaguardar las relaciones personales entre esta generación de “primos”, los cuales habitualmente no han estado en la gestión del negocio pero van a pertenecer al consejo de administración.
El profesor Carlock nos muestra un magnífico ejemplo de un negocio familiar centenario en el que se planifica adecuadamente la sucesión de los miembros de la familia que van a continuar en labores directivas o como miembros del consejo de administración, y que partió de, mientras se formaba a los miembros de la siguientes generación, el negocio se apoyó con un Consejero Delegado externo y un director financiero también externo que llevaban el día a día del negocio mientras se formaba adecuadamente a los propietarios que debían y querían coger las riendas de la compañía.
Para conocer exactamente que grado de compromiso e implicación tienen los miembros de la familia en su negocio, hay que estudiar que cantidad de recursos financieros e de inversión en capital humano es necesario para mantener la gestión del negocio; hay que estudiar también su estrategia de negocio que permita seguir creando valor a largo plazo y por último el compromiso familiar en invertir en el negocio: no es lo mismo un negocio familiar donde los dividendos suponen el 80% de los beneficios que otro donde se reinvierte casi todo en el propio negocio.
Estas decisiones de cuanto se reinvierte o se retribuye a los accionistas no es fácil pues tiene consecuencias en variados temas familiares: estilo de vida de cada uno, creación de valor, herencia a dejar,… La mayoría de este tipo de empresas tiene políticas de reparto de poco dividendos, según la investigación de Carlock. Nos propone como método para evaluar a una sociedad una matriz en la que tengamos en cuenta el potencial de la Estrategia de negocio (desde fuerte a débil), el compromiso familiar (invertir, mantener, reducir, vender), porcentaje de recursos reinvertidos en el negocio y de dividendos repartidos.

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